Señoras y señores:
soy un hombre de miel,
de esos de clase mundial
incomparable mortal
que a la infeliz Diabólica
enfermedad católica
la lleva en la piel.
La llevo en las canas
es mi amiga más fiel
me deja sin ganas
todos los días
todas las semanas
de tarde y de mañanas.
La siento en las cenas
habita mis venas
me sube y me baja
dulce señor que la trabaja
¡aquí nadie se raja!
Si tomo un poquito
me pongo re mal
si como un tamal
ya saco el frasquito
me tomo el remedio
mejoro un poquito
Aplico la lanceta
en mi dedo chiquito
si de azúcar salgo alto
corro quedito
o salto que salto
o me pongo la ampolleta.
Si me pongo más roto
troto que troto
esto no es una treta
de vieja alcahueta.
Y como en la moda,
vil ella toda,
mi ñora me impone
es pinche dieta.
Así, amigas, amigos
el dulce me tunde
el almíbar me aturde
en duraznos o en higos
Y aunque se me salga la hiel
no habrá diabético más fiel
al whiski y al peñafiel
que este hombre de miel.
.........
jueves, 6 de enero de 2011
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