He visto la crudeza de las imágenes,
frente al cataclismo y la desolación,
nunca nadie está preparado,
razón tienen los peñi mapuche,
la naturaleza no tiene diques ni fuerzas que la dominen,
ni el bálsamo de tantos amigos cura estas desgarraduras,
no son suficientes tantas solidaridades para devolver la vida
a los que tuvieron el infortunio de ser devorados por las aguas;
nunca serán suficientes las lágrimas para sustituir
la insignificancia de nuestras almas,
pero si de algo sirven las mías,
yo también derramaré unas cuantas para que,
juntando todas,
podamos hacer un dique a tanto dolor que fluye por todas partes.
Sepan ustedes que en México
hay muchos corazones que quieren ser un paliativo a tanto dolor,
entre ellos se encuentra el mío que también siente la tragedia
y se deslava en la impotencia de no poder decir más que estas palabras.
martes, 5 de abril de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario