En realidad, la vida toda es un misterio,
millones de seres que se mueven,
al cadencioso ritmo de las cosas viles,
entre los que se encuentra mi gato
que se empeña en tirar los libros
de mi escritorio para tirarse
como un borracho junto a un poste,
millones de pensamientos
que han habitado este mundo,
que deambulan en los surcos
y en los viñedos, en las universidades
y en las fábricas, en los talleres
y en las tiendas de abarrotes
y en los bunkers
donde se planean los bombardeos
y anidan en grandes hombres que escribieron
millones de libros sobre el ser humano
y han pintado imágenes de caza y de guerra
y construido obras pulguita como una taza de té
y gigantescas como un bombardero criminal
desde la remota historia del mundo,
y ni mi gato ni yo
ni Cristo ni Galileo ni Sócrates
ni Newton ni Marx ni Einstein ni Freud,
nadie ha sabido descifrar
el por qué nacemos y morimos
como el inmortal José Alfredo
en su No Vale Nada La Vida.
…………..
martes, 5 de abril de 2011
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